La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos fue promulgada por don Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, el 5 de febrero de 1917, y continúa siendo el documento político fundamental que rige la vida política tanto de las instituciones públicas como de los ciudadanos y habitantes del Estado mexicano; además, establece las garantías individuales y sociales que el poder público debe respetar en beneficio de aquellos. Su vigencia durante noventa años manifiesta la aceptación que ha tenido por parte del pueblo y las autoridades. Son pocos los países que cuentan con una constitución de tan prolongada vigencia, lo cual no quiere decir que se haya petrificado sino que a través de un continuo proceso de reformas ha podido ajustarse a los cambios económicos y sociales que han caracterizado a la historia mexicana durante el siglo XX y los primeros años del XXI. El FCE publica esta nueva edición actualizada con un prólogo del jurista Jaime del Arenal Fenochio.

“Efectivamente, la Constitución de 1917 –obra, entre otros muchos, de diputados constituyentes de la talla de Pastor Rouaix, Félix F. Palavicini, Luis Manuel Rojas, Francisco J. Mújica, Luis G. Monzón, Hilario Medina y Heriberto Jara–, una vez pasado el periodo revolucionario que la explica y le dio origen y contenido, adquirió plena validez material, sancionada por un pueblo y unas instituciones que conformaron su vida y su funcionamiento a lo dispuesto en su articulado. De esta manera se convirtió –y todavía lo es– en la Carta Fundamental de los mexicanos durante el siglo XX, objeto de imitaciones y de análisis, fuente de una auténtica doctrina constitucional mexicana, y argumento siempre válido para el reclamo y el ejercicio de los derechos que ella otorga a todo habitante de la República”. Jaime del Arenal Fenochio (autor de la Presentación)