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Yo gané la globalización

Fecha:
20/05/2018
El 1% más rico y la clase media de los países emergentes son los grandes ganadores del mundo global

Branko Milanovic escribió hace unos años una fabulosa historia de la desigualdad titulada Los que tienen y los que no tienen (Alianza) en la que calculaba incluso quién habría sido realmente el hombre más rico de la historia –Rockefeller– y atribuía la crisis económica de la última década a la desigualdad creciente en los países occidentales.

Ahora, Milanovic, que fue economista principal del departamento de investigación del Banco Mundial, regresa con Desigualdad mundial, donde, tras analizar las estadísticas de las últimas décadas, realiza un diagnóstico claro: las ganancias de la globalización no se han distribuido nada equitativamente. Los beneficiarios obvios, en nueve de cada diez casos, son la clase media emergente, sobre todo la de China, pero también de India, Tailandia, Vietnam o Indonesia, donde los salarios urbanos se duplicaron.

La perdedora clara fue la clase media baja del mundo rico, cuyo ingreso real apenas ha aumentado entre 1988 y el 2008. Una situación que, dice Milanovic, habría sorprendido a finales de los ochenta a los políticos que promovieron una mayor dependencia de los mercados tras la revolución de Reagan y Thatcher y que trataron de convencer a los ahora afectados de las ventajas de la política neoliberal frente a regímenes más proteccionistas. Claro que la situación también sorprendería, señala, al Nobel Gunnar Myrdal y otros que vaticinaron que las masas asiáticas seguirían atascadas en la pobreza perpetua.

Pero la fotografía aún no está completa. Las clases medias emergentes han ganado riqueza, pero partían de muy abajo, y en realidad los mayores ganadores de la globalización en términos absolutos han sido el 1% de personas más ricas a escala mundial, los plutócratas del mundo, los ricos de los países ricos, cuyo ingreso ha aumentado dos tercios entre 1988 y el 2008 frente al 1% de sus clases medias. Más aún: tras estallar la última crisis, el crecimiento se concentró en los milmillonarios, que se han quintuplicado: unos 1.426 individuos que poseen el 2% de la riqueza del mundo, el doble de la de África. Es, señala el autor, uno de los acontecimientos más significativos de la globalización.

La hipótesis de Kuznets que decía que la desigualdad aumenta en las etapas iniciales de desarrollo económico pero se reduce a medida que el país crece hoy no se cumple, pero Milanovic la salva con lo que llama ciclos de Kuznets: igual que la revolución industrial aumentó la disparidad en el ingreso, en los ochenta lo volvieron a hacer la revolución tecnológica y la globalización que esta revolución propició.

Los peligros evidentes hoy, advierte, son caer en la plutocracia o el populismo. El encogimiento de la clase media, baluarte democrático, seguirá y polarizará aún más las sociedades. Para reducir la desigualdad, concluye, será necesario incidir, más que en la redistribución a través de grandes impuestos y transferencias, en las dotaciones personales de capital –por ejemplo, con altos impuestos a las herencias o estimulando que las empresas distribuyan acciones a sus trabajadores– y de educación de calidad.

Fuente:
http://www.lavanguardia.com/edicion-impresa/20180519/443702080875/yo-gane-la-globalizacion.html

Acerca del autor:
Justo Barranco
La Vanguardia. Dinero

Acerca del libro:
Desigualdad mundial
Branko Milanovic