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Diversidad, espacios y virtudes en la modernidad hispánica

Fecha:
28/09/2020
Juan Francisco Pardo Molero (ed.), El gobierno de la virtud. Política y moral en la Monarquía Hispánica (siglos XVIXVIII), Madrid, FCE/Red Columnaria, 2017

La relación entre la virtud y el buen gobierno como eje para entender la política en la Edad Moderna es la idea que protagoniza el objetivo de este trabajo. Juan Francisco Pardo Molero presenta una obra coral compuesta por distintos capítulos que permiten viajar al lector a través de los territorios que formaron parte de los dominios de la Monarquía Hispánica durante la Edad Moderna. Este viaje plantea diferentes e innovadores puntos de vista sobre la política llevada a cabo en los espacios gobernados por la corona española. Y, a la vez, presenta la diversidad existente en las prácticas de gobierno ligadas a la identidad y características propias de dichos territorios y sus protagonistas.

El desarrollo de la fiscalidad en Castilla abre el primer capítulo del libro para repasar la evolución de la idea de impuesto y su puesta en práctica por parte de los monarcas. David Alonso destaca en sus líneas como la fiscalidad quedó asociada a la moralidad y al deber de amparo entre los sujetos que conformaban el arco político. Así, el argumento de la necesidad legitimaba dichas retribuciones, las cuales continuaron mostrando la puesta en práctica de la consulta al reino en materia impositiva por parte de los Austrias. Vinculado también al mundo económico, el trabajo de Pardo Molero participa en la obra planteando la práctica y criterios de gobierno del Real Patrimonio en el reino de Valencia durante la modernidad. Este aporta en sus líneas un cuidado estudio sobre el funcionamiento y los cargos que componían el Consejo valenciano y dirigían la gestión de las rentas ligadas a la Corona. Periodicidad, espacios, consejeros y registros de deliberaciones se entremezclan con la carga moral que conllevaba el saber económico, con el análisis de la utilización política y administrativa de valores, ideas y principios éticos, jurídicos o religiosos.

Andrea Vanni da el protagonismo de su capítulo a la figura de Gian Pietro Carafa, el papa Pablo IV. En su propuesta profundiza en las obras bibliográficas que han estudiado al personaje y arroja luz con nuevas fuentes sobre la difícil relación de Carafa con los soberanos españoles. Un recorrido biográfico a través de la experiencia vital del futuro papa, de su relación familiar con el mundo napolitano y su carrera eclesiástica, guía a través de la mutua desconfianza entre Carafa y Carlos V. En este punto, la acción dentro del libro se desplaza a un espacio distinto, hasta el norte de Europa. La virtud titula también la propuesta de Violet Soen que busca presentar como la idea de clemencia pasó a ser esencial en la discusión política y militar dentro de la guerra de Flandes (1565-1585). Dicha virtud de la clemencia, como derecho de gracia y perdón del monarca y como necesidad ante un aumento de la crueldad en el plano militar, quedaba ligada a la aplicación de la moderación en el enfrentamiento entre católicos y protestantes. Esta rivalidad guía, con las palabras de Ives Junot, a través de la política de lucha comercial llevada a cabo para tratar de poner fin a la guerra contra las Provincias Unidas (1585-1609). En sus líneas se discuten los proyectos de bloqueo y exclusión holandesa de los mercados, en ocasiones ligados al protagonismo arbitrista en los Países Bajos españoles, que presentaban una estrategia de la Monarquía hispánica para reconciliarse con sus súbditos holandeses y detener el declive económico de las provincias reconciliadas.

De regreso a la Península, Teresa Canet se adentra en la cuestión de la expulsión de los moriscos desde un nuevo enfoque, el cual refleja las posibilidades vistas en ella para una nueva fundación y regeneración de la Monarquía. Dicho planteamiento llega de la mano de la figura y las obras del jurista valenciano Tomás Cerdán de Tallada. Defensor de las demandas de los vasallos moriscos en el señorío de Carlet con el fin de poner en cuestión al mero y mixto imperio de los señores, Cerdán de Tallada, aunque opuesto a la expulsión, buscó en ella un punto de partida para el saneamiento y la construcción de un nuevo Estado, en defensa de la legalidad foral, la jurisdicción real y el real patrimonio. El mundo de las galeras y de la vida en el mar, surge de un modo muy interesante en la aportación de Manuel Lomas, que busca en sus líneas reivindicar la complejidad de los oficios que hacían posible el funcionamiento de aquellas naves capaces de construir imperios, extender la fe y llevar la paz a las naciones. Por medio de la literatura sobre las empresas marítimas y de los interesantes, a la vez que escasos, ejemplos de «espejos» que reflejaban las cualidades de los oficiales de galera, Lomas destaca el intelecto y la voluntad necesaria en ellos, una voluntad llena de virtudes morales, buenos hábitos y corrección de costumbres. Centrándose en un entorno muy distinto, Alberto Marcos aporta una destacada colección de ejemplos del mundo rural, por medio de los cuales es posible observar la situación de crisis castellana en el siglo XVII. La falta de población y la pérdida de fuerza económica quedaban ligadas al crecimiento de la tributación y al endeudamiento particular y municipal, que daban lugar a la redacción de memoriales al monarca en busca de ayuda ante la presión fiscal que definen los distintos casos trabajados.

El mundo americano queda también reflejado en la obra por medio de las líneas de Óscar Mazín, quien, a través de una comparación entre los territorios de Nueva España y Perú, realiza un interesante recorrido por la gestión territorial de los reinos y señoríos de Indias. Las diferencias entre ambos construyen un discurso que presenta la realidad económica, social y religiosa de los espacios, así como los mecanismos de representación de las ciudades y su presencia en las Cortes peninsulares. La idea del virreinato lleva al texto hasta Napóles con las palabras de Gaetano Sabatini, quien describe en sus líneas el proceso de lucha contra las carestías en el Nápoles español por medio de la obra titulada Trattato dell’abondanza (1638) escrita por Carlo Tapia. Con ella se introduce en el mundo napolitano y en el control del abastecimiento del trigo, mientras presenta las innovadoras soluciones dadas por Tapia en busca del buen gobierno que luchara contra la pobreza y el hambre del momento. Con una intención comparativa, Patricio Zamora realiza un repaso a la realidad cortesana de la Monarquía Hispánica y su evolución, frente a aquella desarrollada en el mundo virreinal americano. Las cortes virreinales y sus integrantes, especialmente la corte limeña, toman protagonismo en una interesante descripción de los componentes y funcionamiento de la sociedad cortesana en la América hispánica. El espacio mediterráneo toma de nuevo protagonismo con las palabras de Lluís J. Guia y su trabajo sobre el reino de Cerdeña, en el que destacan las directrices de la política de los Saboya en relación con el territorio sardo durante el siglo XVIII. La persistencia de las instituciones públicas y la legislación hispánica característica de la Corona de Aragón introduce los intentos de reforma ligados al absolutismo y la defensa de la nación sarda de finales del Siglo de las Luces hasta la uniformidad del ordenamiento jurídico con el resto de los territorios saboyanos del año 1847. Por último, Yovana Celaya recupera el protagonismo americano para presentar las tensiones y discusiones en torno al gobierno de las finanzas de los ayuntamientos americanos a lo largo del siglo XVIII, fundamentalmente en el virreinato neogallego. Un conflicto, el de los propios y arbitrios, que, resuelto por la justicia del rey, trató de vigilarse a través de las contadurías y desembocó en un desgobierno de las finanzas locales a causa de las tensiones existentes.

De esta manera, Pardo Molero presenta a través de las palabras de numerosos autores una obra de temáticas, como ha podido comprobarse, muy variadas, que ofrece enfoques novedosos en relación con las formas de gobierno desarrolladas en los muy distintos territorios de la Monarquía Hispánica en la Edad Moderna. Pese a la disparidad de los espacios, la lectura resulta atrayente gracias a lo diverso de los mismos y a las peculiaridades presentadas, que permiten a quien se acerca a ella obtener una imagen más amplia de las realidades de gobierno, un gobierno vinculado a la idea de la virtud y del buen ejercicio del poder que sorprende en sus líneas.

Fuente:
https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/38/25/12libros.pdf

Acerca del autor:
Laura Malo Barranco
Revista de Historia Jerónimo Zurita

Acerca del libro:
El gobierno de la virtud
Juan Francisco Pardo Molero (ed.)