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Editar es curar: La máquina de contenido

Fecha:
01/12/2015

Se acerca el fin del año 2015. A veces, para cambiar de sustrato y variar el tono de post, busco un entorno diferente para escribir. Hoy caí en un locutorio de la calle Joaquín Costa del Raval de Barcelona.

En este exótico contexto, rodeado de chavalada inmigrante que juega con estruendo a matar terroristas y a robar coches en “Gran theft auto”, inicio parapetado por unas conchas musicales la segunda parte del análisis de “La máquina de contenido”, de Michael Bhaskar editado en español por Fondo de Cultura Económica.

Si en la primera entrada, que titulé “El editor altavoz”, me centraba sobre todo en el carácter filtrador/amplificador del editor y en cómo este se ha de mantener y actualizar en un nuevo cosmos de contenidos marcado por la emergencia de lo digital, hoy intentaré, vadeando ruidos de World of Warcraft, dar una visión más de conjunto de este texto, que es nuestro libro del mes de diciembre.

No se espanten, ya puliré el escrito en casa, en el eixample, en esferas más calmas. El libro de Bhaskar tiene una virtud: intenta ser un manual que reformula, que relanza el futuro de la edición en un sentido global. Al final de esta reseña comentaré algunos de los apartados en que el autor divide el escrito. Para sintetizar y no agotar la lectura, voy a intentar extraer las esencias de las propuestas del libro y a articularlas en torno a dos ideas-eje básicas.

Partamos, antes, de la premisa nuclear de Bhaskar: “Si hoy cualquiera puede publicar, ¿qué significa publicar?”, se pregunta el inglés. Pero… ¿qué es publicar realmente?, ¿Cuál es la esencia de editar-publicar más allá del medio en que se lleva a cabo esta acción?. Comprenderlo nos permitirá dar el salto digital, ser capaces de formar parte del “next big thing”. Equiparar ser editor a ser productor de libros (mayoritariamente de papel) es un error, una auto-castración innecesaria. El editor tiene mucho que aportar si se sabe actualizarse y formar parte de la cyber-cultura del porvenir. Al ataque…

a) El editor multimedia: hay vida editorial más allá del libro
¿Qué es un libro?: un libro es un medio de comunicación, un repositorio de experiencias, una forma de organizar el contenido. Literalmente afirma Bhaskar que “el libro es tanto una arquitectura de la información como un objeto”.

Estamos cómodos con el libro de papel, yo el primero, reconozcámoslo. Lo veneramos, somos conscientes del enorme valor cultural que aporta. Y sin embargo, nuestro querido libro “supuestamente natural” no es más que una solución tecnológica posible; ahora, con la invasión de las hordas, con las razzias de los Gengis kanes digitales, somos conscientes de este facto insoslayable.

¿Nos quedamos en el siglo XV?, ¿tratamos de seguir perpetuando y gestionando una escasez que ya no existe? El riesgo de desintermediación es muy alto… ¿hemos dejado ya de ser totalmente relevantes en términos sociales y culturales? Parecería que no pero… Bhaskar nos avisa: el editor ha de entender que el libro tradicional es solamente un marco posible del contenido (de esta dicotomía ya hablamos en el post “Los dos senderos del libro: gamebook vs slowbook”).

La forma en que editamos y hacemos público el contenido determina su naturaleza enormemente. El texto fijo se difumina, el “artefacto inmutable” (Craig Mod) se transforma, lo digital reconfigura radicalmente las obras. La representación electrónica de los textos cambia por completo el estatus de lo escrito.

Este estado de cosas nos impele como editores a ir un paso más allá. Internet es un metamedio. Debemos repensar nuestro rol para ser editores transmedia. Algunas obras serán mejor transmitidas gracias a escritos, otras podrán conectar más con el público mediante vídeos, audios, eventos presenciales.

Cada vez más experiencias humanas quieren tomar forma, quieren ser comunicadas. ¿Quién les dará valor, las organizará y cincelará mejor twitter o una editorial, acabe siendo esta lo que Dios quiera que acabe siendo?

Recordemos que los autores publican con nosotros porque les somos útiles y que los lectores acuden a nuestros textos porque los aprecian. ¿Qué cosas nuevas debemos hacer para que esto siga siendo así?

b) Del contenedor al marco
Michael Bhaskar, y desde mi punto de vista esta es la aportación más relevante del “La máquina de contenido”, nos invita a re-fundar la edición yendo más allá del modelo basado en el copyrigth. El autor hace una análisis de todo el universo editorial clásico, basado en la propiedad intelectual. A su modo de ver los derechos de autor reducen riesgos para escritores y autores pero crean monopolios artificiales no perpetuables en la era del open-acces. No perpetuables, ojo…señores, esto se va acabando.

Como ha descrito bien Jeremy Rifkin en “La sociedad del coste marginal cero”, el valor se está desplazando de los modelos fundamentados en la exclusión y venta de propiedad a entornos marcados por el acceso. En relación a esto, Bhaskar nos ofrece una perspectiva para la industria editorial que considero muy muy interesante.

Las industrias de contenedores, como la del libro, deben transformarse para seguir existiendo, ahora como industrias de contextos. El valor se desplaza de la propiedad del contenido a la agregación tanto de contenido como de público en un marco generando y gestionado por nosotros pero marcado por la colaboración de las comunidades de usuarios.¿Cómo?…expliquemos todo esto un poco mejor.

¿Cuál era el marco tradicional en que el que el editor encerraba el valor y lo entregaba al lector?: el libro de papel. Un marco es un modo de experimentar el contenido; nunca encontraremos un contenido puro, sin mediación del marco. En la era del contenido hiper-abundante y mega-disponible debemos reiventar el proceso editorial poniendo en su centro al lector.

La clave la señala el tecnólogo O’Leary, citado por el propio Bhaskar: “Conforme la tecnología de enmarcado se digitaliza, el peso amplificador de los marcos se deplaza, del elemento distribucional (hacer posible) al subjetivo (hallar público)”. La creación de medios de producción es el nuevo medio de producción, por decirlo a-lo-Marx. ¿Qué son sino twitter o Facebook?…

El valor editorial se desplaza claramente a la curadoría, que además es muy valiosa por su componente humano cuasi insustituible en unos tiempos que todo tenderá a gestionarse con máquinas y algoritmos. En la era de Google esta es la oportunidad del editor: un filtrado y amplificado humano, que venga de la mano de la generación de marcos y contextos ideados y gestionados por el editor, que pasará a ser más un creador de plataformas que un gestor de la creación y venta del contenido.

c) Conclusión
Toca ir cerrando la persiana…aunque ya no estoy en el locutorio del raval sino en la confortable calle Ausiàs Marc, aún resuenan los comentarios emocionados de los infantes que, sin solución de continuidad, pasan de robar un cádilac a punta de pistola a salvar un rehén acribillando un yihadista afgano. ¿Quién diseña estos contextos lúdicos y de aprendizaje en los que se socializan millones de personas?, ¿quién es resposable del éxito editorial de Candy Crush?…sí, he dicho editorial, es la provocación consuetudinaria que me permito en cada post.

Los editores fueron en su día los organizadores de la redes sociales básicas de la comunicación, los tejedores, a través de sus textos, de los debates de la sociedad civil. Hoy los matemáticos y los tecnólogos llevan la delantera en la organización del conocimiento.

Si el código es el futuro, no sigamos siendo analfabetos en el lenguaje del mañana. Nos encontramos, no hay duda, ante la eclosión digital de la cultura de masas, la misma que denunciara Ortega, pero llevada a su máxima expresión. ¿De verdad estoy sugiriendo que pasemos de editar a Balzac a editar chats o yahoo respuestas?. No exactamente…

Pero sí opino, y creo seguir en este y en todo momento las ideas de Bhaskar, es que los editores deben dar un paso hacia adelante para poder aportar su acervo a la nueva cultura digital que viene. ¿Por qué no puede un editor fundar una red social o pergreñar un algortimo humanista, alejado de los maquinismo de Google?.

Hagan acopio de las herramientas necesarias para construir este puente siguiendo paso a paso las instrucciones de “La máquina de contenido”, que cuenta, entre otros, con capítulos como:

-El problema de la edición

-Los desafíos del contexto digital

-El sistema editorial

Y todo ello en menos de ¡250 páginas! Thanks Michael, hope to read you soon.

http://librosensayo.com/la-maquina-de-contenido-resumen-michael-bhaskar-fondo-de-cultura-economica/

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Acerca del autor:
Antonio Adsuar
Libros de ensayo

Acerca del libro:
La máquina de contenido
Michael Bhaskar