tienda

Adolfo Serra y ‘El bosque dentro de mí’

Fecha:
06/10/2017

“Adolfo Serra construye un escenario que se muestra al lector de manera inquietante, invitándolo a develar la historia y a reflejar en ella sus propias emociones y sentimientos para, finalmente, crear un relato único que le pertenezca sólo a él. Con una paleta reducida de colores y una provocadora portada, el autor narra la historia de un niño que descubre en el reflejo del agua más que su propio rostro y, animado por su imaginación, el personaje emprende un viaje a través del bosque, el cual se va poblando de sus sueños pero también de sus miedos. En su recorrido, lo acompaña un enigmático personaje, quien le muestra el camino para avanzar en la espesura hasta llegar a la ciudad, donde nuevas preguntas lo sorprenden”. Con estas palabras nos presenta el Fondo de Cultura Económica ‘El bosque dentro de mí‘, un libro sin palabras ganador del XIX Concurso de Álbum Ilustrado ‘A la Orilla del Viento’. Esto es lo que nos ha contado Adolfo de este álbum ilustrado.


Lo primero, ya sabemos que es un álbum especial para ti, ¿por qué? Adolfo Serra: “Es una historia muy personal y algo arriesgada. Me encantan los libros sin palabras, la naturaleza, la fantasía y jugar con la participación activa del lector para interpretar una historia. Los libros que más me gustan o emocionan son aquellos que generan más preguntas que respuestas. Me provoca mucha tristeza la situación actual del sistema educativo. Parece que solo se valora la memorización de datos, no la capacidad reflexiva o crítica del alumno. La creatividad no es hacer manualidades, es una capacidad para pensar de una forma diferente. Muchas de las asignaturas que obligan a pensar o a poner tus ideas en un papel están desapareciendo de los planes de estudio (música, dibujo, literatura, filosofía…). Este libro persigue esta idea, obligar a crear o pensar. A hacerse preguntas para construir el relato, o al menos eso he intentado”.


¿Cómo surgió este proyecto? “El bosque dentro de mí” empezó como un juego. De hecho la primera ilustración surgió durante el inktober (el reto de crear una ilustración de tinta cada día del mes de octubre). Entre encargos o fechas de entrega me lancé a dibujar por dibujar y fueron apareciendo personajes -nos cuenta Adolfo Serra-. Un niño, un monstruo, el bosque. Lo que comenzó como una ilustración suelta se fue convirtiendo en una serie de ilustraciones. Me di cuenta que había una historia, pero tenía que seguir a los personajes para ver hacia dónde me llevaban. Y eso hice. Normalmente suelo hacer bocetos, anotar, pensar mucho las ilustraciones. En este caso el proceso de trabajo fue diferente, simplemente siguiendo la intuición”.


¿Qué nos cuentas en él? “Yo quiero hablar de la naturaleza como algo abrumador, enorme, sencillo, brutal, bello -afirma Adolfo Serra-. Los seres humanos como seres de la naturaleza. Pero también quiero hablar de la naturaleza interior. Crecer, madurar, evolucionar, cambiar. Descubrirse en otros, descubrirse en uno mismo, vernos y no vernos. El reflejo, la búsqueda, la identidad”.


“Hablar de la pertenencia o no a un espacio, la huida, el encuentro -continúa Adolfo Serra-. Viajar, recorrer, comparar. Maravillarse con lo sencillo. Quiero hablar de que uno debe buscar su propio bosque para crecer, para encontrarse. Entender los miedos, los monstruos internos y enfrentarse a ellos… o  saber si realmente hay que enfrentarse. Me gustaría transmitir que uno debe ser fiel a su propia naturaleza, sea la que sea. El bosque es el principio de muchos viajes literarios. El bosque es también el punto de partida de muchos viajes interiores. ¿Necesitamos perdernos para ser más humanos? ¿Necesitamos perdernos para descubrir quiénes somos?”


¿Qué supone el premio del FCE? “Para mí es una especie de golpecito en la espalda. Algo así como – ¡hey… apuesta por tus proyectos personales, aunque sean arriesgados y difíciles. ¡Sigue este camino!. Estoy muy agradecido por el trabajo y la implicación de Angélica y Socorro de Fondo de Cultura Económica por entender las peculiaridades del libro y ayudarme durante todo el proceso de edición -afirma Adolfo Serra-.


Háblanos un poco de tus ilustraciones para este libro. “Hay personas que me dicen que son oscuras y sin color. Lo bonito es que según te vas adentrando en el libro pierdes la noción de ello, como si de repente entraras en ese universo y pudieras ver o sentir el bosque tal cual, o entender al niño aunque solo sea una pincelada negra. Eso es la magia de los libros y de las ilustraciones. Ese click que ocurre en el cerebro al pasar las páginas de un libro”, nos dice Adolfo Serra.


¿Con qué técnicas trabajaste? “La técnica que empleé son combinaciones de tinta y acuarela. Me gusta mucho trabajar con tinta, hay algo en esa técnica que se trata de dejar fluir, no siempre puedes controlar lo que ocurre en papel, y de alguna forma, esa incertidumbre o sorpresa me gusta. También, al no ser algo definido ayuda a que el lector interprete y complete con su imaginación”.


¿Cómo fue el proceso de elaboración de este libro? “Otros libros que he realizado como “Caperucita Roja”, parten de un proceso creativo más racional, bocetos, análisis, palabras, conceptos. Aquí en cambio fue un proceso más lúdico o de juego, o simplemente basado en la intuición -dice Adolfo Serra-. Crear a unos personajes, seguirlos en cada ilustración, ver a dónde me llevan. Tomar decisiones mientras dibujo. Está claro que tenía una idea o algo que contar, pero no siempre es posible explicar ese proceso en palabras. El relato ha ido tomando forma a través del dibujo. Posteriormente tuve que ordenar, quitar, añadir, reflexionar sobre la narración para que tuviera sentido”.


La historia transcurre en un bosque, ¿existe ese bosque realmente? Es decir, ¿dónde localizarías un bosque así? “En realidad es una especie de bosque imaginario. Combiné árboles, vegetación, ríos de diversas zonas. Es la sensación de un bosque. Lo curioso es que tras hacer el libro, a lo largo de un viaje por Asia llegué a Hong Kong, me produjo una sensación curiosa observar una ciudad de rascacielos que crecía en mitad de una zona boscosa. Cuando ilustraba el libro en la parte de la llegada a la ciudad pensé que un contraste tan abrupto no era real. Pero me llevé una sorpresa enorme al experimentar ese encuentro en la realidad”.
¿En qué andas metido ahora? “Intentando equilibrar proyectos personales con encargos de ilustración. Tengo varias historias propias que me dan vueltas en la cabeza y ojalá encuentre el hilo para seguirlas. Ojalá pronto pueda hablar de ellas también”.
En el blog también podéis leer la entrevista con Adolfo Serra sobre: ‘La piel extensa‘ y ‘La voz del árbol‘.

Fuente:


http://www.unperiodistaenelbolsillo.com/adolfo-serra-bosque/


Acerca del autor:
José Antonio Barrionuevo
Un periodista en el bolsillo

Acerca del libro:
El bosque dentro de mí
Adolfo Serra